jueves, 12 de noviembre de 2009

La sirvienta caliente, Mi tío seguía metiendo y sacando su verga y el dolor pasó casi al instante, luego sentí como cuando me había lamido la concha pero más intenso aun, sin saber porque comencé a mover mis caderas al ritmo que él me embestía con su verga adelante y atrás,

Hace algunos años atrás, cuando aún  vivía en mi pueblo, perdí mi virginidad en manos de un tío mío hermano de mi padre, él era 10 años mayor que yo y como siempre habíamos vivido juntos teníamos mucha confianza, yo lo consideraba más que mi tío como un hermano mayor, desde niña había jugado con él y lo acompañaba a todos sitios, en el monte cuando íbamos a arrear el ganado o en los cultivos en la chacra; por esa época hace unos años atrás,  ya estaba bien desarrollada, mis senos habían crecido y mis caderas también quizás un poco más que lo normal para una chica de mi edad, ahí empecé a notar que mi tío José, que así se llamaba, me miraba ya con otros ojos no como antes sino con lujuria, no niego que a mi también me gustaba un poco que me mirara así por que reconozco que mi tío me ponía un poco caliente cuando lo veía trabajar sin polo o en pantalones cortos, o cuando íbamos al rio a bañarnos, fue en una ocasión como esta en que pasó lo que les cuento…

Habíamos llevado al ganado a pastar lejos de casa a un lugar en la ribera del río, hacía mucho calor así que mi tío me dijo que porque no tomábamos un baño para refrescarnos, yo no tenía ningún problema así que le dije que si, buscamos un recodo del río para que no nos pudiera ver nadie, aunque era una zona donde muy poca gente acudía, ya ahí yo me quité la falda y el polo que llevaba y me quedé con mi sostén y mi calzoncito y me metí al agua, cuando volteé para ver a mi tío por que tardaba y  vi que se metía  al rio totalmente desnudo, eso me sorprendió un poco y le pregunte por que lo hacía, me dijo que no tenía calzoncillos y por eso entraba desnudo, yo a pesar de mi asombro no podía dejar de mirar la verga de mi tío José que aun flácida parecía una culebra gorda que colgaba hasta medio muslo, se lo comenté esto último riendo y él me respondió que no tenía que asustarme porque no era la primera vez que le veía la verga;  el otro día vi como me espiabas mientras orinaba me dijo riendo…

Yo me puse roja pues pensé que no se había dado cuenta, no te preocupes ,me dijo, es normal que quieras conocer como es una verga y quien mejor que yo para mostrarte todo lo que tienes que saber, jaajjaaja, seguía riéndose y tomó con una mano su verga que ya se ponía un poco gorda sacudiéndola de un lado al otro, yo me tranquilicé y hasta me dio gracia como jugaba con su sexo, me contó que un día en que salió al campo con la prima Lucy, cuando ella era de mi edad, también le enseñó todo y ella quedó muy contenta, la prima Lucy era tres años mayor que yo, tenía unas tetas como de vaca y buenas caderas, se había ido a la capital a trabajar como sirvienta en una casa de gente de dinero hacía un año,  pero hasta que se fue me dijo mi tío que siempre lo buscaba para que le enseñara cosas nuevas.

Mi tío se acercó jugando con el agua que nos llegaba hasta la cintura cuando me tiró agua a la cara yo me volteé agachándome un poco para cubrirme, pero al hacer eso quedé mostrando mi trasero;  él me abrazó desde atrás y sentí como su verga rozaba con mis nalgas y se metía entre mis piernas, yo me movía como queriendo soltarme pero sin hacer mucho esfuerzo, porque para decir verdades me gustaba la sensación de tener eso entre mis piernas, sentía como un hormigueo y un calorcito dentro de mí y sobre todo en mi conchita, mi tío seguía abrazándome y su verga comenzó a crecer mucho ya que podía ver su enorme cabeza entre mis muslos, de pronto mi tío ya no solo me abrazaba sino que comenzó a tocarme las tetas que no sé si por el agua o por los toqueteos de mi tío se me hincharon y se marcaron mucho mis pezones…
Yo me quedé quieta pues lo que sentí era nuevo para mí pero me gustaba, cerré mis ojos y solo sentía las manos de mi tío que habían liberado mis tetas del sostén para tocármelas libremente y a su antojo movía su verga entre mis piernas como cuando un animal cubre a la hembra y de pronto con una de sus manos la metió por dentro de mi calzón y sus dedos atravesaron mi montecito de pelos y llegaron a mi conchita que aun estaba cerradita pero sentía, que al igual que mis pechos, se había hinchado un poco;  mi tío tocó mi botoncito y ¡Uuy! sentí como una corriente en todo mi cuerpo lo que provocó que escapara de mi boca un largo gemido,  mi tío me volteó y me dio un largo beso metiendo su lengua en mi boca hasta la garganta, ya en esos momentos yo estaba totalmente entregada a mi tío y solo me dejaba hacer lo que a él se le antojara.
Me sacó un poco del rio hasta que el agua nos llegaba a las rodillas, me dijo que me arrodillara y cuando estaba en esa posición podía ver su verga  justo en frente de mi,  tomó mis cabellos con una mano y con la otra agarraba su verga;  chúpala me ordenó,  yo nunca había hecho nada de eso pero algunas amigas me habían contado que cuando estaban con sus novios les pedían que lo hicieran;  recuerdo que yo siempre les dije que eran unas cochinas y que yo aun que me lo pidieran jamás lo haría, tuve que tragarme mis palabras porque a la primera orden de mi tío tomé su verga y me la metí en la boca sin protestar siquiera,  sentí su sabor, y su olor era tan agradable que luego de unos segundos estaba devorando literalmente la verga de mi tío, él me indicaba como le gustaba y yo como buena alumna hacía todo cuanto me decía y más,  me di cuenta que ya no era él el que sujetaba su verga sino que era yo misma que me había apoderado de su miembro y lo lamia y chupaba con gusto.

Mi tío se separó de mí con un poco de esfuerzo ya que yo no quería despegarme de mi nuevo amigo, me condujo a la orilla del rio y me apoyó en un árbol,  me quitó mi calzoncito que estaba totalmente mojado, no solo por el agua del río (ustedes entienden) y me dijo, ahora me toca a mí, dicho esto separó mis piernas levantando una de ellas sobre su hombro y con su lengua me lamió toda mi conchita, separaba con sus dedos mis labios vaginales, pasó su áspera lengua por toda mi concha,  yo estaba en otro planeta, con los ojos cerrados pero cuando se apoderó de mi botoncito no aguanté más,  la sensación era tal que gritaba y gemía, lo tomé de los cabellos forzando su cabeza para que no se separe de mi concha hasta que en un momento no se qué pasó, sentí como una explosión dentro de mí,  sentí como si me orinara, pero no era orina sino un abundante líquido viscoso y blanquecino que cubría la cara de mi tío, las piernas me flaquearon y se me apagaron las luces; caí al suelo temblando y no sabía que pasaba, solo que era la sensación más fuerte que había tenido en toda mi vida.

Cuando abrí los ojos, ya más repuesta, vi a mi tío a mi lado tocando su larga verga que parecía un enorme palo, me dijo si estaba lista para seguir jugando, yo no sabía de que se trataba pero solo por inercia le dije que sí,  que haría lo que él me dijera, entonces me dijo que me pusiera en cuatro patas como los perros, yo le obedecí, él se arrodilló detrás de mí, separó un poco mis piernas y tomando con una mano su verga la dirigió a mi conchita, que aun estaba sensible por la lamida que me había dado y también muy viscosa por ese liquido que había salido de mi interior, me dijo que no tuviera miedo, que me metería su verga en mi conchita poco a poco para que no me doliera pero yo al ver tremendo palo y tan grueso dudaba de que pudiera entrar fácilmente.

Mi tío rozó la cabeza de su verga por la entrada de mi vagina cubriéndola con mi flujo que no paraba de salir y sin darme tiempo a nada  empujó dentro de mi toda su cabeza, fue una sensación dolorosa, como un punzón agudo pues sentí que algo se rompía dentro de mí.
Aaaay, bestia le dije, me matas, para,  para, que me partes la concha animal, mi tío me tomó de los cabellos para que no huyera y sin contemplación introdujo toda su verga dentro de mi conchita, luego se detuvo sujetándome y me dijo, tranquila, así es la primera vez pero ahora te va a gustar mucho, y comenzó a mover su aparato adentro y afuera lentamente, las lágrimas me corrían por las mejillas y le gritaba que era en malo, un salvaje que me había roto toda,  con una mano me toqué la concha, que seguía siendo penetrada por el animal de mi tío, y vi que salía sangre;  ya ves, le dije, me has hecho daño, mira como sangra mi concha, no te preocupes María, eso es normal la primera vez , ¿te das cuenta que ahora meto y saco mi verga y ya no te duele?
Mi tío seguía metiendo y sacando su verga y efectivamente el dolor pasó casi al instante y luego sentí nuevamente como cuando me había lamido la concha pero más intenso aun, sin saber porque comencé a mover mis caderas al ritmo que él me embestía con su verga adelante y atrás, sentía como de mi concha salía ese flujo  y mojaba los testículos de mi tío, él aceleró sus embestidas y yo mis movimientos de cadera, ya no sentía dolor pero si un placer muy grande; como nunca antes había sentido, fue en ese momento en que gritando ambos llegamos a lo que luego aprendería que se llama orgasmo.  Yo sentí como si mi tío se orinara dentro de mí, sentía unos chorros calientes que me hacían temblar; mi tío se salió de dentro de mí y riendo me dijo, ahora si María, ahora si eres una mujer, te he llenado la concha de leche; yo me levanté y vi como de mi concha salía un líquido viscoso mesclado con restos de sangre chorreando por mis piernas.

Yo le pregunté a mi tío, ¿Y ahora como voy a curarme la herida?, nada tonta, no tienes ninguna herida, solo lávate en el río y saldrá todo y ya no sangraras más hasta que te venga tu mes como es normal, y cuando lo volvamos a hacer ya no te dolerá ni volverás a sangrar.
¿Volverlo a hacer? ni loca, me has destrozado la concha, eres un malo,  me dolió mucho cuando lo metiste de golpe. Mi tío se reía a carcajadas viéndome como le recriminaba;  luego de dos días tuve que comerme mis palabras porque llevamos al ganado nuevamente a pastear al río y mi tío me volvió a coger, pero esta vez, como él dijo, ya no sangré ni me dolió tanto,   me monté sobre él como si fuera un potro y me clavé yo misma su gran verga,  hasta que tuve tan fuerte orgasmo que me oriné sobre él,  mis chorros de orines eran tan fuertes y largos que llegaron hasta su cara;  a él no le importó, seguía clavando su verga hasta que se vino dentro de mi nuevamente.

Desde ese día hasta hace un año, en que viaje a Lima a trabajar como sirvienta, mi tío me enseñó muchas cosas al igual que hizo con mi prima Lucy antes de que ella se fuera a la capital.
Luego les cuento como un día en que mi padre llegó borracho, me culeó pensando que era mamá, al comienzo no quería pero luego comprobé que papá también tenía una buena verga y al muy cabrón le gusta meterla por el culo, felizmente mi tío José ya me había desflorado el culo y como lo hacíamos con frecuencia ya le había agarrado el gusto a que me dieran por ahí, era una suerte porque mi papá tiene la verga más gruesa que mi tío, si no tuviera el culo ya dilatado me hubiera destrozado mi culito.
Hasta mi próxima entrega, espero les guste…

Seja o primeiro a comentar

  ©Template by Dicas Blogger.

TOPO