domingo, 8 de noviembre de 2009

Las dos primeras veces, me dijeron que yo lo mamaba diferente y muy rico. Otros me dijeron que mi sexo anal era mejor que el de mi prima.

Me llamo Camila y tengo un par de amigas que han escrito relatos eróticos y a mí me excita mucho leerlas. Me animé a escribir mi primer relato siguiendo el consejo de mis amigas para escribir cómo me aficioné al sexo y especialmente cuando decidí cobrar por el sexo.

Mi primera vez:

Mi primera relación sexual fue a los 18 años con mi primer novio que tenía 19 y que ya tenía experiencia sexual con dos novias anteriores a quienes él mismo les había quitado su virginidad. Eso me hizo sentir más segura para dejarme desflorar por él. Además yo lo quería y estaba dispuesta a tener sexo. Ésa primera vez ocurrió en la propia cama de mi novio en una tarde en que no había nadie más en su casa. Creo que fue bastante sencillo para juntos porque estábamos muy excitados y yo dispuesta a que me rompieran mi himen porque eso me permitiría seguir teniendo sexo sin límites, tal como una prima mía que también se desvirgó a esa misma edad y cuando.

La primera vez con mi novio fue muy agradable para mí porque pude chupar su verga como habíamos visto en varios videos porno que él me había mostrado en Internet. Me gustó mucho chupar esa carne dura, al punto que sentí un orgasmo super delicioso de sólo mamar. Mi novio se dio cuenta de mi excitación y pronto se montó sobre mí y me rompió mi virginidad sin que yo sufriera demasiado.
Tuve suerte de no quedar preñada porque mi novio eyaculó dentro de mí en dos oportunidades, tuvimos dos coitos. El noviazgo no duró mucho. Volvimos a tener sexo una semana después y mi novio volvió a eyacular dentro de mí, pero cuando le dije que me preocuparía mucho si yo llegaba a quedar preñada el muy imbécil me dijo que era mi problema dejarme preñar. Ese mismo día saliendo de su casa decidí terminar con el noviazgo.

Le conté a mi prima mi angustia y ella me tranquilizó ayudándome hacer las cuentas de mi período. Después me dijo que lo mejor era que no me enamorara y que si me gustaba el sexo lo mejor era que tuviera varios amigos sin compromisos. Duré varios meses sin novio, sin sexo y sin amigos. Hasta que una tarde casi al anochecer vi a mi prima bajar de un lujoso auto muy cerca de mi casa y caminar varias calles, para que no la vieran. Cuando fui a hablar con ella para decirle que la había visto bajar de ese lujoso auto me dijo que me contaría un secreto.

Desde hacía varios meses ella había dejado de tener novio y ahora tenía muchos amigos. Pero ella me aclaró, cuando le pregunté dónde conseguía sus amigos, que en realidad eran clientes. Lo comprendí todo sin que me diera más explicaciones y le pedí que me ayudara a ser como ella. Ella insistió en que parecía menor de edad y eso era muy buscado entre sus clientes. Entonces me propuse conseguir amigos, por lo menos para adquirir experiencia sexual. No fue difícil y siempre buscaba que fueran mayores de 25 años y tampoco me importaba que fueran mayores o incluso casados. Mi prima decía que los casados no sólo tenían más experiencia sino más ganas de sexo.
En pocos meses aprendí a hacer mejor el sexo oral y me inicié en el sexo anal. Mi prima me confesó que los hombres gustaban mucho más del sexo anal que del vaginal porque este lo hacían con sus novias o esposas pero el anal muchas veces ellas no se lo daban y ellos tenían que buscar en otras mujeres ese sexo. Me conseguí un amigo de 30 años, recién separado, y con muchas ganas de sexo. Dos o tres veces a la semana me invitaba a su apartamento de nuevo soltero y teníamos mucho sexo. Me inició en el sexo anal desde la segunda cita que tuve con él. Jamás le cobré dinero, pero me enseñó mucho sexo, especialmente mi iniciación anal. Casi siempre ordenaba pizza a domicilio y comíamos antes de que yo terminara mi visita. Me gustaba que me tratara bien y aunque yo sabía que no éramos novios me gustaba ir a su apartamento a tener sexo. Actualmente sigue siendo mi amigo aunque ya no tenemos tanto sexo, una o dos veces al mes, pero sigo llegando a su apartamento porque me da placer tener sexo con él.

Mi otra primera vez:

Cuando cumplí los 19 ya tenía varios amigos con los cuales tenía sexo sólo por placer. Mi prima decidió casarse con un italiano e irse para Europa. Antes de irse le dije que me regalara sus clientes. Ella se burló de mí y de mi propuesta y me dijo que yo era una buena chica que no debería prostituirme. Le insistí durante varios días pero no me hizo caso. Una mañana le dije que ya me había convertido en prostituta y que no necesitaría de sus clientes. No me quiso creer que entré a trabajar en un burdel de mediana categoría en el centro de la ciudad. Sólo se convenció al día siguiente cuando ella misma le pidió a su novio y futuro esposo que fuera a comprobar si era verdad lo que yo decía.

A las ocho de la noche llegó su novio y me encontró sentada a una mesa hablando con un cliente mientras bebíamos una copa vestida con un atuendo muy sugestivo. Yo no me di cuenta que el novio de mi prima había llegado. Yo fui con mi cliente a la habitación a tener sexo y cuando salí de cumplir con mi deber de prostituta encontré al novio de mi prima sentado a una mesa esperándome. Me sorprendí al comienzo pero después me explicó que mi prima lo había enviado para corroborar si yo en realidad me había metido de prostituta. Le expliqué que me gustaba el sexo y quería además ganar dinero, que me habían recibido para trabajar de una forma muy fácil la misma tarde anterior cuando llegué a pedir trabajo, mientras que cuando fui a pedir trabajo en otras labores en otras empresas me decían que no había vacantes.
El novio de mi prima, que sabía que ella también era prostituta, me contó que precisamente la había conocido en un lujoso burdel en el norte de la ciudad y que se enamoró de ella permitiéndole seguir siendo prostituta, pero también le propuso matrimonio. Actualmente ellos viven en Europa y mi prima me cedió su agenda con los clientes. La mayoría de ellos aceptó que yo la reemplazara. Unos me dijeron que yo les gustaba más porque soy más delgada que mi prima. Otros me dijeron que por ser más joven que ella les gustaba más follar conmigo. Otros me dijeron que yo lo mamaba diferente y muy rico. Otros me dijeron que mi sexo anal era mejor que el de mi prima. Otros me dijeron que mi conchita era más sabrosa porque se la habían comido menos. Otros me dijeron que ya era hora de cambiar de hembra. Otros me dijeron que yo les gustaba más porque soy más bajita que mi prima. Otros me dijeron que les gustaba más mi color de piel.

Antes de que mi prima se fuera para Europa con su esposo, me pasé a vivir en el apartamento donde ella vivía sola. De esa forma tengo la libertad de salir a tener una cita de sexo a cualquier hora o de llegar de una cita de sexo a cualquier hora. No puedo negar que he conocido algunos hombres con quienes tener sexo es un poco humillante y degradante y que llegar a la cama a cumplir con el oficio de prostituta me hace sentir un poco mal, pero también debo reconocer que he conocido muy buenos hombres en todo el sentido de la expresión, no solamente por su físico, no sólo por su verga, sino también por sus sentimientos, aunque muchos de ellos sean casados, separados, divorciados, viudos o simplemente solteros y que con ellos el sexo es doblemente placentero por el sexo y por el dinero.

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